Arsenio de la Vega Martínez es psicólogo y padre de alumno del Colegio Torrevelo.
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«Cuando los nazis se llevaron a los comunistas
yo callé
porque yo no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas
yo callé
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando se llevaron a los sindicalistas
no protesté
porque yo no era sindicalista.
Cuando se llevaron a los judíos
no protesté
porque yo no era judío.
Cuando me llevaron a mi
ya no había nadie que pudiera protestar.»
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«Cuando los nazis se llevaron a los comunistas
yo callé
porque yo no era comunista.
Cuando encerraron a los socialdemócratas
yo callé
porque yo no era socialdemócrata.
Cuando se llevaron a los sindicalistas
no protesté
porque yo no era sindicalista.
Cuando se llevaron a los judíos
no protesté
porque yo no era judío.
Cuando me llevaron a mi
ya no había nadie que pudiera protestar.»
Hemos tenido noticias de que la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria ha tomado la decisión de no renovar el concierto educativo al Colegio Torrevelo. Esta decisión es, cuando menos, discutible pero desde luego es totalmente injusta. Es discutible por los argumentos que maneja, pero es totalmente injusta por lo que representa de atentado a la libertad de los padres a elegir un tipo de educación determinado para sus hijos.
El Colegio Torrevelo cubre las expectativas de un amplio número de familias que tienen un solo denominador común, que es el de educar a sus hijos en una concepción cristiana de la vida y de la persona. No es, como mucha gente piensa un colegio 'para ricos', es un colegio para familias con una determinada concepción del mundo y de la forma en que las personas hemos de intentar estar en él.
El Partido Regionalista ha claudicado ante las presiones de la izquierda más cavernícola, anticlerical y retrógrada de la región. Una izquierda cuyo único objetivo es aniquilar el sistema educativo en libertad y en pluralidad para dar paso a un sistema de pensamiento único en el que se confunda lo estadísticamente normal con lo correcto. Si todos pensamos igual, si todos vestimos igual, hablamos igual y nos gustan las mismas cosas es el mejor camino para la dictadura de la mediocridad. El mundo siempre avanzó por la pluralidad.
No voy a entrar en valoraciones si un tipo de educación es mejor o peor que otro, porque lo humano se escapa a este tipo de evaluaciones. La educación ha de ser personalizada, y esto significa adaptar la educación a las personas, no hacer a todas las personas clónicas, idénticas, con los mismos pensamientos, creencias y emociones. Los padres tienen derecho a elegir lo que creen mejor para sus hijos en la medida de sus posibilidades, y un amplio grupo de padres pensamos que lo mejor que le podemos dar a nuestros hijos es una educación como la que imparte el Colegio Torrevelo.
Con la pérdida del concierto muchos de nosotros nos veremos privados de ese derecho a elegir, y eso creo que es realmente grave y discriminatorio a estas alturas del siglo XXI. Tendremos que dejar el Colegio y adaptarnos a un tipo de educación impuesta y de la que no estamos seguros que sea la mejor para nuestros hijos. Pero 'Papá Estado' ha pensado por nosotros y sabe lo que nos interesa y lo que tenemos que pensar (léase lo que les interesa a los que mandan). Un solo pensamiento para que no haya nadie que discuta, que opine y que lleve la contraria, que eso siempre es molesto.
Nunca, en los años que tenemos de democracia, un Gobierno ha puesto a su servicio los instrumentos que son propios del Estado como lo hace el actual. Nunca se ha dejado sin audiencia a un grupo de padres que están preocupados y ocupados en la educación de sus hijos. Pero lo nuestro era la historia de una muerte anunciada.
Hace algún tiempo acudí al Presidente Miguel Ángel Revilla con el fin de obtener una reunión con él y exponerle nuestros puntos de vista. La respuesta fue simplemente que él no se iba a inmiscuir en los asuntos de la Consejería de Educación cuya titularidad es del PSOE. He insistido en varias ocasiones y siempre he obtenido la misma respuesta. Está claro que el Presidente Revilla asume los postulados de esa izquierda a la que antes me refería, pero los ha asumido para los hijos de los demás. Nosotros sólo pedimos nuestro derecho a elegir la educación de nuestros hijos de igual manera que él elige la de los suyos. Una pregunta, ¿adoptaría la misma postura indiferente si estuviera en peligro el concierto del colegio donde va su hija?
Pero, no nos olvidemos, este es el principio de una estrategia para acabar con todos los colegios concertados de la Región. Alguien estará pensando «esto no va conmigo, yo no soy del Torrevelo», pero, como dice el poema del teólogo alemán Martin Niemöller cuando vengan a por él ya será tarde y no habrá nadie para acudir en su auxilio.
Carta publicada en Tribuna libre de "El Diario M0ntañés"
